jueves, 27 de marzo de 2008

Somos nuestros propios agentes.

Entre las grandes dificultades que afligen nuestro Chile se encuentra la división que existe en su sociedad, y ello como consecuencia de habernos alejado de las sendas de la democracia, torpemente nos permitimos creer en los cantos de sirena del marxismo, acerca de sus bondades, aun sabiendo lo pérfido y degradante de sus postulados.
Legalmente introdujimos degeneración e imbecilidad para solucionar nuestros desafíos sociales, económicos y políticos, aceptamos en un momento dado que el camino fácil era nuestro mejor destino. Porque eso es lo que ofrece el izquierdismo para captar incautos, ellos planifican el "bienestar y nosotros sin esfuerzo gozamos de el". Es decir un festín regalado. ¿Fácil?
Somos nuestros propios agentes, hemos recibido ese don, para crecer y multiplicarnos y para trabajar por nuestras necesidades, de la mano de D--S. No obstante, nos vendieron la receta, de la "lucha de clases", del "dominio del hombre por el hombre", del materialismo dialéctico" y un montón de camufladas opciones sin sentido , que ocultan la verdadera perversidad de esos dogmas.
Cuando nos dimos cuenta de que algo estaba mal, recurrimos a lo único que estaba a mano, las FF.AA y Carabineros. Cual más cual menos lloriqueaba por su intervención.
Cuando estas intervinieron y dimensionaron la catástrofe, esta era mas fatídica de lo que se pensaba ,y las opciones para salir de ella no eran muchas .

2La primera decisión tomada, fue devolverle a la ciudadanía la libertad de emprender, vale decir retomar el único camino que nos conduce a lo correcto, repito ser nuestros propios agentes. Basta recordar que el obrero, el empresario, la dueña de casa, el investigador etcétera se dieron a la tarea de emprender. Huiro, conchas, lagartijas, piedras, dulces, chalecas, lanas, frutas, una larga lista, la creación de organismos como Pro Chile, reformas como la laboral, previsional, salud y otras, nos llevaron a un camino que nos conducía al desarrollo a pasos firmes. De tras de ella lo más importante... el inexorable camino de la Institucionalidad que nos permitió recuperar la democracia y con ella la libertad individual, que nos fue arrebatada, no por el Gobierno Militar, sino por el izquierdismo Marxista. Porque ese es el meollo de todo asunto, las FF. AA y Carabineros se encontraron en su derrotero, con una país sin D--s ni ley, familias dividas, una moralidad que contradecía la ética humanista y cristiana, fuera esta aplicables en el campo laboral, en la familia, en la educación, de una u otra manera todos fuimos afectados y en ese escenario, no se debe olvidar que el izquierdismo persistió (y persiste) en imponer sus perversos dogmas, utilizando para ello cualquier recurso del que disponga, especialmente el del terrorismo fratricida.
3Van a ser casi cuatro décadas en las que la enfermedad marxista insiste en atacar a nuestra sociedad. Hoy, después de recibir la medicina necesaria, han mutado su exterior, presentándose como "renovados" o cualquier otra piel que los disfrace, pero siguen siendo lo mismo, una laceración que causa dolor y efectos al alma de nuestra nacionalidad, representados cruelmente esto, en una irreconciliable división .
La Junta de Gobierno en uno de sus primeros bandos puntualizo que "aunque el gobierno de Allende, inicialmente legitimo, había incurrido en ilegitimidad de ejercicio demostrada al desconocer los derechos fundamentales ( expresión, enseñanza, huelga, propiedad, etc.), al quebrantar la unidad nacional, al mostrarse incapaz de mantener la convivencia entre los chilenos, al colocarse al margen de la Constitución en razón del desacato a las decisiones de los demás Poderes del Estado, y al arruinar, en fin, la agricultura, el comercio y la industria del país."
En otras palabras, la izquierda usurpo "la soberanía del pueblo" y se arrogó el derecho de gobernar sin ella. La consecuencia natural de ello, ha sido todo lo que hemos vivido en el transcurso de estas décadas.
Así pues, solamente en el justo ejercicio de la "soberanía del pueblo" puede mantenernos en la vía correcta. Entonces he aquí, el porque de la soterrada insistencia del izquierdismo en mantenernos engañados.
Nosotros todos, la ciudadanía en general debemos abrir nuestro entendimiento y darnos cuenta que hemos fallado, simplemente eso, es nuestra falta primero, al permitir que se enseñoreen en nuestros pensamientos las salidas fáciles para solucionar nuestras dificultades frente a la vida.

4Segundo que, claramente debemos optar por el natural deber del hombre de trabajar para sostenerse y luchar por el derecho a emprender y a poseer de acuerdo a sus capacidades. Debemos exigir que los que nos gobiernan no nos sigan envolviendo en redes burocráticas, en seguir dictando leyes que nos restringen nuestros derechos.


Debemos descartar aquellas opciones que ofrecen una vida fácil y promiscua, drogas, inmoralidades, libertinaje, aborto, eutanasia, delitos económicos, violencia, delincuencia, en fin todo aquello que ofrece y fomenta el izquierdismo como un modo de vida.
No es fácil, pero es un imperativo rechazar activamente el actual estado de situaciones, antes de volver a caer en situaciones vividas en el pasado.
El izquierdismo embaucador, habla de "ciclos de la historia", y es falso. Estos "ciclos" no son mas que períodos en los que los individuos abandonamos nuestro herencia divina.
Son períodos en que como individuos arrastramos a nuestra sociedad a olvidar los valores intrínsecos e inherentes al ser humano y que nos ligan a lo bueno, son períodos en los cuales preferimos creer que no existe una lucha declarada entre el bien y el mal.
De tal manera que consientes y dispuestos, debemos evitar que se sigan dando las pautas que impone el izquierdismo : " las cuales pueden dar lugar a estados alterados de conciencia, capaces de llevar al sujeto a sufrir el síndrome de Clodoveo: quemar lo que se ha adorado y adorar lo que se ha quemado."
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